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Mostrando entradas de 2017

"We don't care" bathrooms: challenging gender concepts

One thing I can say about my university, it pushes limits fearlessly. As I stood at the main entrance yesterday urging people to joins me and the Diversity Club at Pride parade this Sunday June the 25th, I was told a tale of courage. It turns out, last year, some parents were against my university attending Pride because of the same-old prejudice and misunderstanding of what the entire movement stands for. As a result, very little organization was put into our participation. This year, no fucks were given. Gilbert Baker 's rainbow flag stands proud at the main lobby, as more people from other clubs at school join in, to talk to other students about making themselves present at Pride. As a fun fact, my university has declared itself officially, sexually diverse since 2012. I was also surprised to know that, during this year's remodeling process, a couple of "we don't care " bathrooms were placed near the auditorium. The concept is: challenging gender role

Una carta de amor

La gente siempre dice que, cuando una sale del país es el momento en donde empieza a apreciar las cosas de su patria, pero yo amé ese pedacito de tierra desde que me caí de un árbol y me estrelle contra ella. Anona Tenía 6 o 7 años cuando decidí que ya no quería tener miedo a subir al palo de anona de mi patio. Había un guindo al otro lado en donde muchas de mis bolas y demás juguetes rodantes habían ido a morir. No llegué a la cima. Una rama, demasiado débil para sostenerme, no pudo evitar que mi cara se estrellase contra la tierra negra y húmeda. El olor fue lo primero que me sorprendió, olía a vivo, a verde con agua fresca de lluvia. Al levantarme, mantuvo la forma de mi cara como la mejor plasticina del mundo. No hubo marcha atrás. Después de eso, los peluches fueron sustituidos por figurines de tierra y castillos de piedra. Nunca me consagré a una religión, pero mis recuerdos del templo de los Testigos de Jehová están asociados a zapatos de charol y biblias en inglé

Some parents just don't get it, and that is OK

Me and Dad How many times have we faced the sometimes-difficult decision of not telling something to our parent because they just will not understand? For me, that is almost a constant. Not that, they don’t know where I live, or whom I live with, but some details are better left out of the conversation. Life changing events like being gay, suddenly quitting a job, changing careers or having an unusual relationship with a partner have to be softened to accommodate the delicate sensitivities of our care givers. Why? Because the definition of “normal” changes with every generation. I have learned to interpret rather that literally taking my parent’s words for what they are. I used to get so upset with them questioning my life choices that I rebelled a bit in my early twenties doing a lot of stuff they would surely disapprove.  However, as time went by, rebelling seemed silly and pointless, I came to understand that parents always mean well, but they don’t always do well. Chil

Mi ejercicio es tan importante como el suyo

El gimnasio: tierra de músculos pronunciados, hombres extremadamente sudorosos, sonidos medio orgásmicos y mujeres que nunca sudan pero que se ven guapas ejercitándose. También, es la nodriza del típico “ selfie de gym” y las membresías que no pasan de enero. Yo, como la isla que siempre he sido, trato de no caer en clichés, sin embargo, he de admitir que después de una fuerte sesión es tentativo tomar la bendita foto y mostrarse al mundo como el Adonis o la Afrodita que uno se cree. Para llegar a presumir semejante físico, según Felipe mi entrenador, hay que dedicarse a hacer el ejercicio bien, tomarse su tiempo para hacer cada flexión en paz. Y esto fue justamente lo que ÉL no me dejo hacer. El hombre parecía mi sombra: máquina que yo usaba, máquina que él ocupaba. Está bien, pensé, talvez tenemos una rutina parecida. No creo, él tiene el físico de La Roca y yo la novia de Popeye. Talvez no me hubiera molestado tanto, si su insistencia hubiera sido un poco disimulada. M

Derecho a permanecer callada

Las navidades y el año nuevo significan muchas cosas para mí: es la época de ver a familiares lejanos, desempolvar el arbolito de plástico y ver si puedo salvar las luces que compre el año pasado, disfrutar con los amigos, hacer revisión de las resoluciones cumplidas e incumplidas y asistir a toda parrillada a la que se me invite. La apariencia es importante, quiero dar la impresión de que soy como el vino, entre más años mejor Parte de este ritual de emperifollamiento conlleva, en mi caso, arreglarme las uñas. Fui a mi lugar de siempre, un salón en el mall san pedro. Para mis desgracias la muchacha de siempre ya no trabajaba allí, pero el dueño me dijo que Matilda estaba disponible. Matilda es bella, alta y se ganó mis respetos trabajando en sus 12cm de tacón. Cualquiera que ha asistido a un salón sabe que parte de la gracia de todo el asunto es que la o el estilista se convierte temporalmente en psicólogo, doctor corazón, confidente o lo que sea que una necesite en el momen

¡Es el turno de la comida!

La comida de turno es de mis preferidas. Sí, me gusta la pizza, la pasta, un buen pedazo de carne, pero para mí no hay comida que me haga la boca agua tanto como un vigorón. Muchos de nosotros que vivimos cerca de iglesias grandes o parques disfrutamos de la comida de turno no solo en navidad, sino que también en fiestas que celebran a los santos y demás ocasiones religiosas. Foto tomada de flickr.com/photos/antojandome/ Me dirigí con ansias al turno más cercano imaginando el sabor del chicharrón,con 3 mil colones en la bolsa y mucha hambre. Para mi desgracia el vigorón no estaba listo, pero, la pupusa olía bien así que la compré. También un churro relleno. Me supo a gloria, a la luna y las estrellas, el mejor orgasmo bucal, comparable solo a la comida de mi abuela. Al siguiente día, con menos hambre, pero con el mismo antojo fui de nuevo, pero esta vez todo fue diferente. La mujer que me atendió saco una bolsa chorreante de líquido amarillo de debajo de la estantería