Tomada de NYTimes - Still de la película "Get Out" |
-Para mi las mujeres negras son un vicio.-
Tal vez en su cabeza ese intento de halago era lo yo quería escuchar. Mi cara hizo el favor de informarle mis verdaderos sentimientos. Pero seguí con él, apesar de mi misma.
Después de un par de salidas, Fulano me presentó con sus amigos, como quien presenta un perrito nuevo. Ellos me abrazaron, me besaron, me tocaron el pelo y sonrieron como si nunca hubieran visto una mujer negra de cerca. Entiéndame, no fue el saludo normal de perfectos desconocidos, fue una fascinación en sus ojos, una examinación de pies a cabeza y la consecuente preguntadera sobre mis credenciales como negra.
-¿Cómo haces para que tu pelo haga "eso"? Se siente como una nube negra!.-
-¿Qué pasa si te planchas el pelo?-
-Dígame una palabra en patois! Yo quiero aprender.-
-Qué tuanis cedula 7. Represent ma fren!-
-El otro día fui a un reggae night...-
Casi no los culpo. A veces, las personas de otras culturas se sienten tan incómodos conmigo e intentan desesperadamente ocultarlo, me hablan de cosas que ellos están seguros, es parte de mi realidad para así distraerme del hecho. Sin embargo, fallan en notar otras cosas sobre mi: soy mujer, tengo estudios universitarios, me gusta el anime y el manga, manejo una motocicleta, voy al gimnasio, soy adicta a los gadgets, tengo mejores amigos de más de 10 años y tengo una relación muy cercana con mi celular. Todo lo anterior, nada especial para alguien de mi edad, palidece ante la angosta visión de muchos.
La "relación" con Fulanito fueron dos meses llenos de clichés, comentarios inapropiados y situaciones que me hicieron sentir como su rata de laboratorio. Una vez me comentó que sus padres jamás aceptarían a una persona como yo porque son chapados a la antigua. Le pregunté si eso era un impedimento al escoger pareja, a lo que muy sinceramente me respondió que ellos nunca debían saber sobre mi existencia. Años después, comentando éste lapsus brutus de mi parte con un grupo de mujeres negras, me comentaron que ellas tenía conocimiento de muchos hombres que encuentra atractivas a las mujeres negras pero nunca lo admitirían. Las razones van desde, vergüenza por el que dirán, ignorancia sobre la cultura o, como Fulanito dejó muy en claro, la familia.
Incluso ahora, muchos años después, Fulanito aparece de vez en cuando, pretendiendo que solo me habla por amistad mientras hace un esfuerzo sobrenatural por no comentar mis fotos en redes sociales, ya que su novia está entre mis amigas.
Éste, no es el caso de todos los hombres. Hay muchos que andan por allí, muy felices con sus esposas y novias de etnias diferentes a las de ellos mismos. Al final del día, no podemos, como dice el dicho "ponernos en los zapatos de alguien". Nos es imposible entender por completo la vida de otros, pero si podemos dejar del lado los estereotipos e intentar ver a la persona que tenemos en frente.
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