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Some parents just don't get it, and that is OK

Me and Dad How many times have we faced the sometimes-difficult decision of not telling something to our parent because they just will not understand? For me, that is almost a constant. Not that, they don’t know where I live, or whom I live with, but some details are better left out of the conversation. Life changing events like being gay, suddenly quitting a job, changing careers or having an unusual relationship with a partner have to be softened to accommodate the delicate sensitivities of our care givers. Why? Because the definition of “normal” changes with every generation. I have learned to interpret rather that literally taking my parent’s words for what they are. I used to get so upset with them questioning my life choices that I rebelled a bit in my early twenties doing a lot of stuff they would surely disapprove.  However, as time went by, rebelling seemed silly and pointless, I came to understand that parents always mean well, but they don’t always do well. ...

Mi ejercicio es tan importante como el suyo

El gimnasio: tierra de músculos pronunciados, hombres extremadamente sudorosos, sonidos medio orgásmicos y mujeres que nunca sudan pero que se ven guapas ejercitándose. También, es la nodriza del típico “ selfie de gym” y las membresías que no pasan de enero. Yo, como la isla que siempre he sido, trato de no caer en clichés, sin embargo, he de admitir que después de una fuerte sesión es tentativo tomar la bendita foto y mostrarse al mundo como el Adonis o la Afrodita que uno se cree. Para llegar a presumir semejante físico, según Felipe mi entrenador, hay que dedicarse a hacer el ejercicio bien, tomarse su tiempo para hacer cada flexión en paz. Y esto fue justamente lo que ÉL no me dejo hacer. El hombre parecía mi sombra: máquina que yo usaba, máquina que él ocupaba. Está bien, pensé, talvez tenemos una rutina parecida. No creo, él tiene el físico de La Roca y yo la novia de Popeye. Talvez no me hubiera molestado tanto, si su insistencia hubiera sido un poco disimulada. M...

Derecho a permanecer callada

Las navidades y el año nuevo significan muchas cosas para mí: es la época de ver a familiares lejanos, desempolvar el arbolito de plástico y ver si puedo salvar las luces que compre el año pasado, disfrutar con los amigos, hacer revisión de las resoluciones cumplidas e incumplidas y asistir a toda parrillada a la que se me invite. La apariencia es importante, quiero dar la impresión de que soy como el vino, entre más años mejor Parte de este ritual de emperifollamiento conlleva, en mi caso, arreglarme las uñas. Fui a mi lugar de siempre, un salón en el mall san pedro. Para mis desgracias la muchacha de siempre ya no trabajaba allí, pero el dueño me dijo que Matilda estaba disponible. Matilda es bella, alta y se ganó mis respetos trabajando en sus 12cm de tacón. Cualquiera que ha asistido a un salón sabe que parte de la gracia de todo el asunto es que la o el estilista se convierte temporalmente en psicólogo, doctor corazón, confidente o lo que sea que una necesite en el momen...

¡Es el turno de la comida!

La comida de turno es de mis preferidas. Sí, me gusta la pizza, la pasta, un buen pedazo de carne, pero para mí no hay comida que me haga la boca agua tanto como un vigorón. Muchos de nosotros que vivimos cerca de iglesias grandes o parques disfrutamos de la comida de turno no solo en navidad, sino que también en fiestas que celebran a los santos y demás ocasiones religiosas. Foto tomada de flickr.com/photos/antojandome/ Me dirigí con ansias al turno más cercano imaginando el sabor del chicharrón,con 3 mil colones en la bolsa y mucha hambre. Para mi desgracia el vigorón no estaba listo, pero, la pupusa olía bien así que la compré. También un churro relleno. Me supo a gloria, a la luna y las estrellas, el mejor orgasmo bucal, comparable solo a la comida de mi abuela. Al siguiente día, con menos hambre, pero con el mismo antojo fui de nuevo, pero esta vez todo fue diferente. La mujer que me atendió saco una bolsa chorreante de líquido amarillo de debajo de la estantería ...

Mujeres que odian a mujeres

El domingo antepasado fui a Multiplaza Escazú sin saber que fue poseída por la Universidad Véritas y Leonora Jiménez . Los pasillos, fueron adornados entre quiosco y quiosco con maniquíes vestidos en material reciclable, fotografías en blanco y negro y juegos fabricados por estudiantes.   La  pièce de résistance  fue la pasarela, en la que se vió a Leonora rondando los pasillos. Yo la sigo en Instagram y me complace ver que sigue los pasos de empresarias como Tyra Banks y Heidy Klum quienes tomaron su imagen de mujeres bonitas para convertirlas en plataforma de negocios lucrativos, demostrando que la belleza también puede estar acompañada de inteligencia. Si Leonora es guapa o no, no es el punto ya que la belleza esta en el ojo del que la mira. Pero, mientras los ojos de hombres, mujeres , niños y niñas curioseaban y saludaban a la modelo, fue tan desagradable ver a muchas con esa mirada que todas conocemos muy bien, la mirada espesa, la mirada de envidia,...

El racismo en Costa Rica existe

Es difícil explicarle a la mayoría de tez blanca/clara/caucásica que el racismo existe. Es como, que un no-vidente de nacimiento le explique a alguien que ha tenido su vista toda la vida, como se siente nunca haber visto nada. El racismo que existe hoy en día es diferente al que experimentaron nuestros antepasados. Si, ahora todos nos educamos juntos, vamos al mismo hospital y aspiramos a los mismos puestos de trabajo. Pero imagínese levantarse todos los días sabiendo que la sociedad tiene de usted, una mala imagen solo basado en el tono de la piel, sabiendo que hay que esforzarse más que los demás para demostrarse igual que el resto. En la entrevista a Thelma Darkins  en laprensalibre.cr ella intento explicar que el racismo ahora es disimulado, viene en dosis pequeñas y en forma de micro agresiones, en la mayoría de los casos. Siento que, las personas tiene una imagen en su cabeza de negros esclavos, trabajando en campos de algodón o de empleados domésticos, y como eso ya...

Improperios apropiados para el fútbol y otros más

Imagínese usted en su butaca, como fiel fanático que es, apoyando tanto de cartera como de corazón a su equipo preferido. El sol lo broncea, la coca cola en bolsa se le calentó y le huele el sobaco, pero eso no le impide chiflarle al árbitro, alzar los brazos para hacer la ola o abrazar al de la par cantando “oeee oeee oeee oeeeeee” Cuando aparentemente de la nada, una torpeza de magnitudes monumentales ejecutada por su jugador favorito, es el obstáculo entre el balón y la meta.  Aún , caracterizándose usted por su elegancia habitual, hay ocasiones de especial tensión en las que no logra contener el gesto enérgico y el  término  soez que se escapa de manera casi involuntaria. Le recomiendo para esto, usar una expresión como “Vállese a coger café!”. Por medio de ella se está invitando al individuo a dedicarse a otro trabajo, en vista de que dar patadas al balón y hacerlo de manera que logre un tanto, no parece que sea lo suyo. Como ve rá , la frase no incl...